El trabajo con K-stretch provoca grandes cambios a nivel físico. Para el propio alumno o paciente son claves el alivio del dolor, la mejora de la movilidad articular, el aumento de la flexibilidad o el incremento de la calidad de vida al mejorar la capacidad de realizar movimientos y gestos de la vida cotidiana.
M es un alumno que lleva conmigo más de tres años, realizando una sesión semanal grupal de K-stretch. Hay que decir que con mucha constancia y seriedad. Estos son los resultados visibles solamente en cuanto a la mejoría de la flexibilidad de su cadena posterior, en el test de flexión anterior del tronco.
Este es su testimonio, con sus propias palabras:
«Llevo tres años y medio con Sara y sobre todo noto mejoría en mi flexibilidad. No sufro tanto de dolor en la zona lumbar. También noto que los brazos los llevo más fácil hacia la espalda»
Gracias a este alumno que nos ha cedido las imágenes para poder comprobar los cambios posturales.
!A seguir trabajando así!
Inicio del trabajo grupal hace más de tres años. Se observa la rigidez lumbar y poca flexibilidad de isquiotibiales y tríceps sural.
Foto tomada tras la sesión semanal en diciembre de 2019. Se observa como el alumno alcanza a tocar el suelo, el ángulo entre su cadera y sus lumbares está más cerrado, a pesar de que flexiona un poco las rodillas, lo que indica que aún existe tensión en cadena posterior en piernas. Seguiremos trabajando.
Si quieres probar y comprobar los grandísimos beneficios del trabajo postural bien hecho, no tienes más que acercarte al centro Kineesis de Irún, pionero y creador de la hamaca postural y experimentar una sesión con K-stretch.
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