Me encanta mi trabajo. Creo que aún no lo había expresado así de claro pero la verdad es que soy muy feliz de hacer lo que hago y de que una parte de mi trabajo como fisioterapeuta sea impartir clases grupales.
Gran parte de mi jornada laboral la dedico a las clases colectivas. Hace años no me hubiera imaginado que dedicaría tantas horas a impartir clases y dirigir ejercicios grupales. Siempre me ha gustado enseñar, explicar y lograr que la gente consiga metas y progrese. Me dí cuenta hace tiempo que el movimiento puede curar, y que es un complemento excelente a las sesiones de fisioterapia o de RPG. Mediante el movimiento y los ejercicios dirijidos logramos mantener las correcciones logradas en las sesiones de terapia. Además está un aspecto fundamental para mi, y es que el propio paciente toma las riendas de su recuperación. Se da cuenta de que su trabajo y esfuerzo es clave y que en su mano está su propia salud.
Llevo casi 9 años al frente de las clases grupales e individuales de Pilates terapéutico; 7 que trabajo con Pilates embarazo y al menos 5 que dirijo el estiramiento global con K-Stretch. En todos estos años he ido acumulando experiencia y soltura… Fluidez e intuición…
Estoy encantada de dedicar unas horas semanales a clases colectivas. Esas clases y esos alumnos realmente me enriquecen mucho como profesional y como persona. He aprendido a hablar en público sin temor, a expresarme con naturalidad, a hacerme entender, a explicar los ejercicios de forma clara y sencilla… Me ha ayudado con el ojo clínico:a ver un alumno/paciente y saber que le duele o de dónde flojea, lo que podrá hacer y lo que no.
Me encanta ver como las personas progresan. Como llegan rígidas, descoordinadas, con apenas conocimiento de su propio cuerpo y como van moldeando su cuerpo, dominando sus gestos, afinando sus movimientos. Ganan flexibilidad, agilidad, equilibrio… Corrigen su postura, ganan consciencia corporal e higiene postural.
Impartir clases grupales requiere comprender las necesidades y las limitaciones de cada persona y adaptar los objetivos de cada ejercicio a la condición física y situación de cada uno. Requiere constancia y firmeza a la vez que frescura y dinamismo. Para el monitor puede parecer repetitivo pero es gratificante ver el avance de cada alumno. Y cada clase me sirve para aprender y divertirme, para mejorar y renovarme, para evolucionar como fisioterapeuta.
A todos mis alumnos, los que son, los que alguna vez han sido y los que queden por venir, GRACIAS por ser protagonistas de mis clases grupales y de mi andadura profesional.
Feliz de poder compartir semana a semana mi trabajo con todos vosotros!
¡Buenas vacaciones para todos! Cargamos pilas y volvemos con más y mejor!
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