Hernia discal lumbar con ciática. Corrección con RPG. Caso clínico.

Conocí la RPG allá por el 2010, cuando mis intereses profesionales fueron orientándose hacia una forma de trabajo mucho más global del paciente. Me animé a realizar el curso, 4 semanas intensas para completar sólo la formación básica. Y varios fines de semana largos para ir añadiendo cursos superiores específicos. Tengo que reconocer que es un método que me fascinó desde el primer momento. Pero también confesaré que es lo más difícil a lo que me he enfrentado nunca dentro de la fisioterapia. Con muchos test metódicos para diagnosticar y posteriormente poder realizar el tratamiento en función de los resultados de un cuadro que vamos rellenando «leyendo» el cuerpo de nuestro paciente, cada vez. Tratar una hernia discal eran palabras mayores.

En mis inicios, a finales del 2011 me visitó una paciente joven. Una chica de 22 años con una hernia lumbar a nivel L5-S1 bastante grande que le comprimía el saco dural y la raíz nerviosa S1 a izquierda y le provocaba una ciática incapacitante. Dolor lumbar, y sobre todo mucho dolor en la pierna izquierda, desde la zona glútea hasta el pie. No podía caminar bien, no aguantaba de pie quieta, no descansaba por la noche… En la escala EVA del dolor, indicaba que estaba en un 9 sobre 10 sin medicación. Y con medicación en un 3 sobre 10 las pocas horas que le hacía efecto. Le habían recetado antiinflamatorios y Lyrica. Su traumatólogo le confesó a posteriori que la única opción que veía era la vía quirúrgica. Decidimos probar con unas sesiones de RPG, método nada invasivo, indoloro y sin ningún efecto secundario. Debo confesar que acepté el reto muy motivada pero también bastante incrédula. Era mi primer paciente «grave» después de la formación, y debía abordar esa hernia lumbar desde otro punto de vista diferente a todo lo que había hecho hasta entonces.

Este es el informe de la Resonancia Magnética fechada en diciembre de 2011:

 

 

Hicimos varias sesiones a razón de una a la semana, trabajando sobre todo rana al suelo y rana al aire( dos posturas de la RPG que se usan cuando el paciente tiene mucho dolor). Intenté sobre todo decoaptar los espacios vertebrales entre L4-L5 y L5-S1 para descomprimir el nervio. También trabajé para armonizar la gran curva lumbar con sacro horizontal teniendo en cuenta su escoliosis (desde lo que sabía de escoliosis en ese momento). En la segunda sesión ya pudimos acabar casi sin dolor. En la cuarta sesión pudo bajar la medicación de 4 a 2 pastillas al día  y el dolor ya sólo estaba en la parte posterior de muslo, ya no en tobillo ni rodilla. Aguantaba más horas sin dolor y sin medicamentos y podía volver a salir sola a la calle. A partir de la quinta sesión la mejoría fue muy evidente, solo tomaba un antiinflamatorio por la mañana y fue entonces cuando le indiqué que comenzara con clases de Pilates terapéutico. En la sexta sesión eliminó toda la medicación. ( Esto era el 13 de enero, es decir a un mes de iniciar el tratamiento).  Seguimos realizando sesiones, cada vez más espaciadas, utilizando más la postura bailarina ( otra postura de RPG, esta vez de pie, en carga) muy efectiva para corregir las lumbares. Desapareció su dolor en la pierna, su dolor lumbar, mejoró su postura ya que tenía una gran lordosis lumbar con el sacro horizontal y con una escoliosis de algo mas de 20 grados. Ganó mucha flexibilidad ya que al principio estaba totalmente limitada en la flexión anterior de tronco. Total 11 sesiones en 6 meses. Al finalizar el tratamiento con RPG, la paciente me preguntó:» entonces, esta gran mejoría se debe a que ya no tengo hernia discal?» Mi respuesta fue:» no lo sé. Estaría genial poder hacer una resonancia magnética ahora para compararla con la de hace unos meses, pero claro, a ver quién va al traumatólogo y se la pide. De todas formas, lo que está claro es que la hernia ha tenido que disminuir y recolocarse en su sitio, ha dejado de contactar con el nervio ciático, por eso ya no tienes dolor en la pierna.» Y con esa alegría y también con esa duda nos quedamos hasta….

Han pasado 6 años desde entonces. Esta paciente ha seguido conmigo realizando clases grupales de Pilates y K-stretch, dos semanales, con constancia. Le expliqué en su día que aunque eliminamos el dolor, su espalda estaría siempre delicada y que debía cuidarla. Siempre trabajo postural, estiramientos globales y buena ergonomía. Hace unos meses contactó de nuevo conmigo por otro motivo. Tuvo que volver a realizarse una resonancia magnética de las lumbares y cuál fue nuestra gran sorpresa y alegría cuando vemos que la gran hernia que traté hace años, había disminuido notablemente su tamaño…y se mantenía así!!

 

Este es el informe de la Resonancia Magnética fechado en enero de este año:

 

Satisfacción es poca. Lo que siento es una alegría inmensa de poder haber ayudado sólo con estas dos manos, a superar una patología tan invalidante. Y a haber colaborado en evitar una cirugía innecesaria.

Gracias por la confianza y la paciencia.